Mi estupenda, maravillosa, genial y supermegacocinera madre; la mejor del mundo, tenía un defecto que no la hacía perfecta. Sus recetas eran siempre “a ojo” con lo cual nunca ponía tiempos ni cantidades. Ahora sus hijas nos las vemos y deseamos, cuando seguimos sus recetarios, para acertar. Así que no nos queda otra que ir probando.
Releyendo mi blog, veo que yo soy un poco como ella. No suelo aclarar mucho las cantidades y los tiempos son un poco a ojo. Será cosa de familia.
Esta es mi versión de un plato típicamente catalán que a ella le salía bordado.
Releyendo mi blog, veo que yo soy un poco como ella. No suelo aclarar mucho las cantidades y los tiempos son un poco a ojo. Será cosa de familia.
Esta es mi versión de un plato típicamente catalán que a ella le salía bordado.
Ingredientes para 2:
- Una sepia no muy grande
- Guisantes (120-150 gr.)
- Ajos (yo 4 dientes)
- Tomates (un par, maduros)
- Perejil fresco.
- Pan (s/g) una rebanada.
- Almendras (o avellanas) tostadas, un puñado.
- Agua (o un fumet muy suave)
- Aceite y sal.
- Medio vasito de vino (opcional)
Cortamos la sepia ya limpia en trozos pequeños, para que se haga más fácilmente y preparamos todos los ingredientes.
En una cazuela de barro o similar, freímos unos dientes de ajo y en el mismo aceite freímos unas rebanaditas muy finas de pan. Retiramos el pan y lo reservamos.
Con el aceite y los ajos hacemos un sofrito con tomate y abundante perejil, hasta que queden bien sofritos. Retiramos los ajos y los reservamos también.
Cuando ya está listo, se añade la sepia en trozos para que vaya soltando el agua y se revuelve bien para que se integre con el sofrito.
Mientras, hacemos una picada con el pan frito, los ajos y las almendras o avellanas tostadas.
Cuando está hecho se le añade una buena cantidad de agua (o caldo suave), la picada y que se vaya haciendo. Si se quiere, también se puede poner medio vasito de vino blanco.
Pasados unos minutos, añadimos los guisantes y removemos bien. Rectificamos de sal (si el caldo suave no lleva)
Dejamos cocer hasta que los guisantes estén hechos y la sepia esté suave. En mi caso han sido unos 20-25 minutos más.
Tiene que hacerse con el fuego muy suave, bien bajito para que no se quede sin agua.
Servir caliente.
Si se quiere se le pueden poner unas patatas.
En una cazuela de barro o similar, freímos unos dientes de ajo y en el mismo aceite freímos unas rebanaditas muy finas de pan. Retiramos el pan y lo reservamos.
Con el aceite y los ajos hacemos un sofrito con tomate y abundante perejil, hasta que queden bien sofritos. Retiramos los ajos y los reservamos también.
Cuando ya está listo, se añade la sepia en trozos para que vaya soltando el agua y se revuelve bien para que se integre con el sofrito.
Mientras, hacemos una picada con el pan frito, los ajos y las almendras o avellanas tostadas.
Cuando está hecho se le añade una buena cantidad de agua (o caldo suave), la picada y que se vaya haciendo. Si se quiere, también se puede poner medio vasito de vino blanco.
Pasados unos minutos, añadimos los guisantes y removemos bien. Rectificamos de sal (si el caldo suave no lleva)
Dejamos cocer hasta que los guisantes estén hechos y la sepia esté suave. En mi caso han sido unos 20-25 minutos más.
Tiene que hacerse con el fuego muy suave, bien bajito para que no se quede sin agua.
Servir caliente.
Si se quiere se le pueden poner unas patatas.
2 comentarios:
Me vengo aquí, más solitario pero más discreto para decirte una vez lo mucho que te quiero, amiga.
Pase más por aquí o pase menos, el cariño permanece.
Un fuerte abrazo.
Mil gracias, amigo.
Vente siempre que quieras.
Besotes.
Publicar un comentario